martes, 4 de marzo de 2014

Romper los zapatos por las puntas


Eso es justo lo que yo hacía cuando era pequeña... desgastar los zapatos por las puntas andando de aquí para allá siempre de puntillas o tratar de mantener un "ortopédico" equilibrio con los zapatos mocasines del colegio... Bailar cualquier melodía en la calle, en una tienda o en el pasillo del colegio, música que escuchaba aunque sólo fuera en mi cabeza y nadie sino yo la oyera... Lo mismo que la conocida expresión London Calling, también debe haber una Dance Calling, una llamada que no se impone sino que viene "de serie" al margen de cualquier otra consideración. Y eso no es cuestión de edad, está, y en cuanto uno consigue mantenerse más o menos en pié... se nota.

¿CUÁNDO? Y ¿HASTA CUÁNDO?
Muchos padres se preguntan cuándo es el momento adecuado para que su hijo o hija se inicie en el ballet y, desde mi punto de vista, la respuesta siempre es la misma, en cuanto el niño lo demande, explícita o implícitamente. Niños con 3 ó 4 años pueden ya mostrar inclinación por la danza, incluso sin haber tenido referencias externas, al fin y al cabo, la música y la danza en todas sus modalidades han sido vehículos culturales y expresivos intrínsecos al ser humano desde hace miles de años.

Alumnas 4-5 años. Pupils 4-5 age (Backstage)
La preocupación de los padres por el adecuado desarrollo físico de los niños se traduce, a veces, en la inquietud de saber si la práctica de la danza puede resultar contraproducente en su desarrollo músculo-esquelético y la respuesta es no, siempre que su entrenamiento se produzca bajo condiciones convenientemente tuteladas. De hecho beneficia el desarrollo psicomotriz de los niños entre los entre los 2-7 años, así como la orientación espacio-corporal, el equilibrio y los reflejos. Además favorece la circulación sanguínea, evita las malas posturas y puede ayudar a corregir problemas como el pie plano o la escoliosis, sin olvidar los beneficios socializadores y emocionales.

Aunque en escuelas fuera de España hay programas para niños entre los 16 meses y los 3 años en los que participan los padres, es más común iniciar la práctica del ballet entre los 3 y 7 años: Pre-ballet y Ballet de Iniciación.
Trabajo en la barra. Barre workout
La actividad que se desarrolla en esta etapa se focaliza en la psicomotricidad, la percepción del ritmo, la expresividad, la identificación y coordinación de las partes del propio cuerpo asentando las posiciones básicas del ballet, respetando el desarrollo corporal y la psique infantil. Interactuar uno mismo con el espacio y con los compañeros se convierte en una herramienta fundamental.
Es muy importante, sobre todo entre los 5 y los 7 años, introducir el trabajo de los pies y las piernas en dehors (hacia afuera) y empezar a elevar los talones del suelo.

La capacidad de concentración de los niños en estas edades no suele superar la hora, por lo que la extensión de una clase no debe exceder los 60 minutos, con los descansos oportunos durante la misma.
Otro aspecto importante es la frecuencia de las clases y establecer en el desarrollo de la misma una rutina de ejercicios, acercando a los niños a la disciplina, en combinación con momentos creativos. Dos días alternos por semana sería óptimo, pero en los últimos años tropezamos con problemas de estructuración entre los horarios de los padres y las necesidades de los niños, además de una percepción devaluada de actividades englobadas en el terreno de lo "artístico".

Primeros relevés. Training relevés
En España, a diferencia de otros países, hay dificultades con el compromiso y la valoración de estas actividades. Lamentablemente el cultivo y desarrollo de la parte emocional, artística y sensitiva de los niños es subestimada por los padres que consideran que únicamente es útil el aprendizaje de lo inmediatamente evaluable, cuantificable y de lo que se entiende como "competitivo". Sin embargo, se ha demostrado que el desarrollo emocional de los niños y la práctica de actividades relacionadas con el arte, la música y la danza, dotan al cerebro de mayores ventajas cognitivas, recursos resolutivos y capacidades intelectuales respecto a niños que no las práctican.

A partir de los 6 - 7 años, se inicia una formación más enfocada al desarrollo de la técnica y la adecuación del cuerpo potenciando poco a poco la fuerza y flexibilidad, introduciendo además el vocabulario propio de la técnica del ballet. Se familiarizan ya con "la barra", que acompañarán a los bailarines como herramienta y rutina el resto de sus vidas.

Primera Posición. First Position.
El Ballet es una carrera de fondo cuyo aprendizaje académico se prolonga en España 10 años. Es entre los 7 y 9, cuando un niño puede empezar a examinarse oficialmente. El incremento de la práctica debe ser gradual y al menos debe ocupar 2 ó 3 días por semana durante 60-90 minutos cuando los alumnos cumplan los 10. Se introducen a esa edad, siempre que la musculatura y el control corporal lo aconsejen, el uso de las zapatillas de punta características de las bailarinas y en chicos los saltos mayores y portés más sencillos (carga de la bailarina). Es ahora cuando se amplía el abanico de posibiliades formativas, además de en las escuelas privadas o centros educativos, se presenta la opción de cursar los estudios oficiales en los conservatorios. En éstos, es posible complementar la formación con otras asignaturas relacionadas: historia de la danza, música, anatomía de la danza u otras especialidades de danza (entre otras), por lo que la carga lectiva suele ser mayor que en un centro privado.

Los padres deben acompañar en este proceso de crecimento personal y disciplinar a los niños y generalmente durante el curso pueden asistir al desarrollo de alguna clase abierta, donde comprueban la evolución de sus hijos. Resulta además muy gratificante y especialmente motivante para los niños una actuación final de curso, poniendo en práctica el aprendizaje anual en una coreografía especial y una escenificación más cuidada que en una clase rutinaria. Además los niños entran en contacto con dos elementos fundamentales en el ballet: el escenario y el público, lo que popularmente se denominan "tablas". La recompensa final al esfuerzo diario.

Foto del Miami City Ballet.
Aunque la mayor parte de los niños no acabarán siendo bailarines profesionales la práctica del ballet, por simple placer, sigue aportando beneficios muy positivos. El fortalecimiento de la musculatura, el desarrollo de la memoria muscular y cerebral, aumento de la capacidad respiratoria, la correcta alineación del cuerpo, la superación de miedos, la disciplina, el tesón y la valoración del esfuerzo, son sólo algunos de ellos.

Es fundamental, no obstante, que la formación en ballet se lleve a cabo por profesionales preparados y sensibles. Lamentablemente este punto esencial está siendo maltratado y pasado por alto en muchos centros educativos, que no valoran adecuadamente el papel del profesor/a de ballet. Hay una tendencia general a contratar "monitores", a los que a veces ni se les exige experiencia ni formación o a los que se les valora profesionalmente poco, a través de empresas o  gestoras de las actividades extraescolares que los subcontratan con un salario paupérrimo, que no buscan la calidad y cuidado de la actividad, sino la rentabilidad meramente lucrativa. En los últimos tiempos el cambio se ha acelerado, dando lugar, por ejemplo, a la creación de grupos heterogéneos en edad, sin tener en cuenta las necesidades y capacidades de cada etapa, o demasiado numerosos, lo que dificulta la corrección de los movimientos.

Trabajo de centro. Ballet training in center.
Una mala práxis por parte del profesor de ballet se puede traducir en una inadecuada o nula formación y lo más grave, puede acarrear en los niños, jóvenes y adultos, lesiones y malas experiencias en el aspecto psicológico. Cada clase ha de prepararse consicente y meticulosamente atendiendo a edades, número de niños y objetivos. Este es un trabajo fuera de clase que ni se valora profesionalmente ni económicamente, quedando a la buena voluntad y compromiso de los profesores.

BALLET PARA ADULTOS NO PROFESIONALES

Grupo de adultos trabajo de centro. Adults group training center.
En la actualidad vivimos un boom de la práctica del ballet como entrenamiento corporal para perder peso, mejorar la flexibilidad y estilizar la figura en adultos sin experiencia previa. El ballet, como el pilates, se ha puesto de moda fuera de los escenarios, sobre todo en Estados Unidos, donde algunas actrices indican que forma parte de su rutina de belleza. Pero su práctica por adultos no profesionales lleva años afianzada en Inglaterra y va mucho más allá de una simple moda. Es una disciplina que une el bienestar corporal y el emocional en quienes lo practican.
Trabajo en la barra. Barre workout

Actualmente esta tendencia está llegando a España, ya que en Europa es común la práctica de BalletFit o Ballet para Adultos. Grandes compañías como el English National Ballet o Boston Ballet (entre otras) y escuelas privadas en América y Europa, dan la posibilidad de participar de este tipo de clases, que sin tener una finalidad profesional es una herramienta que activa mente, cuerpo y sube la autoestima. Los requisitos para practicar ballet en la edad adulta no demanda ni ser delgado, ni haber bailado nunca y puede practicarlo cualquier persona a cualquier edad y lo más importante: ¡de ambos sexos!.
 Afortunadamente cada vez más son los hombres y los niños que practican ballet, quitándonos ya de encima los falsos mitos y prejuicios decimonónicos que pesaban a la hora de bailar y expresarse con el cuerpo.

En las clases de adultos el trabajo en la "barra" (con apoyo) y el centro son fundamentales, pero también el trabajo creativo y emocional. El ballet es también una actividad personal, de autoconcentración y autoconocimiento corporal en el que se trabaja cada grupo muscular de manera controlada y no agresiva, lo que evita traumas articulares y lesiones. Es necesario aprender a coordinar movimientos y respiración que oxigene adecuadamente cada músculo. Igual que las clases para niños, las de adultos son preparadas conscientemente, teniendo en cuenta aspectos como la organización de los ejercicios según intensidad y tipo de ejecución. En esta disciplina el orden y tipo del trabajo muscular ¡sí altera el producto!.

Afortunadamente, cada vez son más las iniciativas que se ponen en marcha a nivel local grupos no profesionales que acercan los distintos tipos de danza a adultos, de manera que pueden decidir cuál les hace disfrutar más y se adecúa a ellos.

Foto English National Ballet web.
Existen además programas específicos como el del English National Ballet para enfermos de Alzheimer y Parkinson, sus cuidadores y familiares. Es emocionante la lectura de estudios médicos relacionados con el Alzheimer que indican que, igual que el olfato puede activar recuerdos, la memoria musical es de las últimas que se ve afectada por la enfermedad por su ubicación en el cerebro y junto con la práctica de ballet, puede conectar y estimular recuerdos. Se ha concluido que el entrenamiento de la memoria muscular en pacientes de Alzheimer o Parkinson de manera constante mejora su estado general, por lo que unir música y danza, disciplinas sensibles y emocionales, aporta numerosos beneficios a corto plazo.
Los participantes en estos programas que presentaban problemas de equilibrio y orientación, depresión, estrés o dificultades al relacionarse con los demás, han mostrado una mejora sustancial en su estado general.

REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE EL BALLET EN ESPAÑA

Uno de los motivos al crear este blog era aportar mi granito de arena a la difusión en nuestro país de la danza, en concreto al ballet.
Por desgracia en España no se fomenta ni la formación, ni la tradición, ni difusión de la danza mucho más allá del flamenco a pesar de la calidad de nuestros bailarines y coreógrafos que, lamentablemente,  han de salir de nuestras fronteras para triunfar y ser reconocidos en los mejores ballets del mundo. Por citar dos casos muy populares: Tamara Rojo reclutada por el Scottish National Ballet, el Royal Ballet y actualmente directora artística del English National Ballet;  Trinidad Sevillano fue primera bailarina en el London Festival Ballet (hoy el English National Ballet) y reclamada entre otros por el Boston Ballet. Pero hay otros muchos casos, menos populares para los ajenos a la danza, como el de Goyo Montero, actualmente director y coreógrafo del Staatstheater Nuremberg Ballet, o el de Ángel Corella, primer bailarín del American Ballet, que regresó y apostó por un proyecto de calidad en nuestro país y que finalmente, sin apoyo de las instituciones, volverá a marcharse.
Y no es por falta de demanda, que sí la hay y además creciente, es por dejadez o ingnorancia de nuestros responsables culturales que se empeñan en permanecer ciegos ante otra fuente de riqueza cultural en nuestro país. Tenemos la materia prima pero no contamos con los medios... y aún así hay un ánimo local para poner en camino a muchos niños y adolescentes que sienten el ballet como medio de expresión y crecimiento. Que este panorama cambie, es tarea de todos.

Agradezco a los alumnos del Aula de Danza de la Uco, a María Luisa Jiménez, a Toñi Pérez, mamá de la pequeña Alejandra y a Rosa Nieto, por servir de modelos e imagen en las fotografías de esta entrada.

ENLACES


Minidocumental sobre la enfermedad del Parkinson y los beneficios de la danza en su bienestar.
Minidocumentary about Parkinson's desease and the benefits of dance in their well-being.

Programa del English National Ballet para enfermos de Parkinson. Aprendiendo El Cascanueces.
English National Ballet program for Parkinson's patients. Learning The Nutcracker.

 
Reportaje en español de una chica con síndrome de Down.


GALERÍA DE IMÁGENES




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