Sin embargo no fue el bullicio de la Granada que comparaba con París el espacio eligido por el gaditano universal para vivir, sino un Carmen conocido como El Carmen de la Antequeruela Alta o el Carmen del Ave María... de donde sólo saldría para exiliarse en Argentina.
Puntualizado esta realidad constructiva, nos centramos en esta entrada en un tipo de vivienda muy concreto que se da en Granada y que respondiendo a la identidad musulmana intimista, define un espacio ubicado en las colinas de la ciudad y destinado en origen al minifundio privado: El Carmen. Etimológicamente el Carmen proviene del vocablo árabe
karm o korm que se traduce como "viña" y le encontraremos todo el sentido una vez comprendamos su uso. Por tanto su denominación no tiene nada que ver con el origen del nombre femenino Carmen, proviniente del latín
Carmen-carminis y que traducimos como poema.
Este tipo de vivienda que hoy identificamos con espacios bucólicos y paradisíacos del urbanismo hispanomusulmán sin embargo tenía una función inicial bien práctica. Eran espacios austeros destinados a la explotación privada de huertos y jardínes de árboles frutales, donde la vivienda era escueta de habitaciones pequeñas y de planta cuadrangular que generalmente comunicaban con el huerto y el jardín. Aunque esta primera descripción puede recordarnos a la tradicional distribución de la casa musulmana organizada alrededor de un patio, su sentido era diferente.
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Vista de los Cármenes en Granada |
Los cármenes eran espacios reducidos distribuidos en varias terrazas para adaptarse a la ladera donde se ubicaban, comunicando estos distintos niveles por adarves y escaleras exteriores a la vivienda. La organización de estas terrazas no solía ser unas bajo las otras en un mismo eje, sino que a menudo la disposición era irregular orientando las terrazas en distintas direcciones, acomodándose a los cármenes vecinos o al propio terreno y no éste a la edificación.
Todos los cármenes contaban, a pesar de su austeridad, con un sistema hidráulico y de irrigación muy práctico, que mediante acequias y canalillos abastecían perfectamente de agua cada huerto o jardín.
Por todos es conocida la especial habilidad de los musulmanes en el uso y distribución del agua, tanta... que textos los históricos cuentan que cuando los cármenes pasaron a ser residencias de recreo de familias cristianas tras la Reconquista, éstas contaban con el asesoramiento de musulmanes sobre los sistemas de irrigación y cultivo, pues sin su consejo lograban escasos éxitos en botánica.
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Exterior de un Carmen en el Albaycín. |
El exterior de los cármenes, como sí ocurría con los exteriores de cualquier vivienda del período musulmán, era un muro perimetral de gran grosor y alto, generalmente de 2 metros, encalado y sin vanos exteriores. Los accesos, lo mismo que en el resto del urbanismo musulmán solían ser una única puerta de entrada, ubicada discretamente fuera de la vía principal y por supuesto, nunca frente a la puerta de un carmen vecino. De nuevo la protección de la intimidad de la vivienda es primordial y por tanto desde fuera tan sólo podemos ver un muro corrido que para nada nos hace imaginar el vergel interior.
EL USO DE LOS CÁRMENES Y SU EVOLUCIÓN
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Uno de los niveles del Carmen de los Geranios. |
Ya hemos comentado el inicial uso destinado a la explotación privada de frutales y arbustos entre ellos obviamente la viña, de donde adquiere su denominación esta tipoligía arquitectónica. No se trataba de grandes explotaciones agrarias fuera del núcleo urbano, sino de espacios prácticos para el abastecimiento familiar próximos a la ciudad o incluso dentro de ella.
El comercio surgido también alrededor de estos pequeños huertos, favoreció en gran medida el desarrollo económico de este zona de la Vega granadina.
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Alhucema o espliego. |
Los musulmanes cultivaban con mimo numerosos árboles frutales, algunos de ellos importados desde Oriente en el siglo VIII, cuando el esplendor Omeya impulsó uno de los periodos históricos más brillantes en la Península. Los cítricos, ciruelos, membrilleros, y los granados, así como otros arbustos como el zumaque y plantas aromáticas como el arrayán, la alhucema, conocida también como espliego, los narcisos, las violetas, los jazmines y las damas de noche, tan del gusto árabe, se distribuían en las terrazas de los cármenes y estos espacios ajardinados se combinaban en diferentes parterres y terrazas con huertos donde cultivar hortalizas como calabazas, berenjenas o alcachofas u otras plantas como el azafrán y la albahaca.
El conocimiento botánico de los musulmanes era extenso y ninguna planta era casual, ni elegida sólo por su aspecto, que sin embargo solía ser hermoso. El uso medicinal de las plantas, la extracción de sus aceites esenciales y la consideración de las características de cada una eran muy tenidas en cuenta.
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Arbusto de Zumaque |
Para darnos una idea de algunas de las especies vegetales más comunes en los cármenes con un uso práctico, más allá del consumo alimenticio, mencionaré el arbusto Zumaque, que servía para encurtir aceitunas y alcaparras y que desde el siglo X en Córdoba, por ejemplo, fue utilizado para curtir las pieles donde trabajar los cordobanes y guadamecíes. La Albahaca que se utilizaba como medicina digestiva e incluso como repelente de mosquitos. La Alhucema o espliego usado por su aceite esencial con propiedades antisépticas, antiflamatorias y por su aroma como antidepresivo y contra el insomnio. El Azafrán se utilizó como digestivo, analgésico y remedio natural contra el asma.
El sentido de espacio de recreo se va configurando desde la Reconquista del Reino de Granada en el siglo XV y durante el siglo XVI. Hay que tener en cuenta que hechos históricos como la Sublevación de Moriscos entre 1568 y 1572, cruento enfrentamiento que surgió como reacción a la Pragmática Sanción de Felipe II que pretendía acabar con la idendidad y la cultura musulmana, mermó y dispersó a miles de moriscos que vivían en las zonas del Albaycín y la Vega de Granada, la mayoría de ellos en estos Cármenes. Cuando estas zonas quedaron despobladas al expulsar a los musulmanes por edictos reales, se arrasaron sus cultivos y se abandonaron estas viviendas. La economía y la demografía se resintieron y se decidió repoblar con las familias cristianas la zona. Así fueron ellos los que se hicieron con la posesión de estas viviendas, lo que supuso el inicio de la transformación de estos minufundios en espacios de recreo.
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Jardín del Carmen de la Victoria |
El aspecto romántico de jardínes bucólicos y estudiados, salteados de esculturas y fuentes de tradición árabe con viviendas pequeñas pero lujosas, acaba por fraguarse entre el siglo XVIII y el XIX. La creciente clase burguesa establecen allí sus casas veraniegas, cercanas a la ciudad pero apartadas del bullicio y con vistas muchas de ellas al palacio nazarí de la Alhambra.
Hay un creciente gusto orientalizante y por la recuperación idealizada de la cultura musulmana, que finalmente marca el aspecto actual de los cármenes granadinos. Es entonces cuando las familias acomodadas abarrotan el interior de las habitaciones de tapices, narguiles donde fumar el tabaco o cajitas y mesitas de taracea con sus incrustraciones de marfil, nácar y madera, entre otros muchos objetos exóticos.
No son pocos los artistas nacionales y extranjeros, los que fijan sus residencias en estas viviendas, que les inspiran y capturan cada cual a su manera. Lugares de ensueño, como paraísos privados distintos a aquellos primeros cármenes de mayor pragamatismo.
CÁRMENES: FUENTE DE INSPIRACIÓN Y RETIRO DE ARTISTAS
Son muchos los cármenes conocidos y visitados en Granada, el Carmen de la Victoria, el de los Chapiteles (que perteneciera al Gonzalo Fernández de Córdoba), el de los Mártires... pero quiero nombrar aunque sea de pasada algunos menos conocidos y que además están ligados a personajes destacados en la historia del arte.
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Acceso al Carmen de los Geranios. Casa-museo Max Moreau. |
El pintor belga Max Moreau, en 1965 se establece en el denominado Carmen de los Geranios, que finalmente resultó ser el lugar de retiro hasta su muerte en 1992. Este carmen a menudo pasa desapercibido ya que se ubica justo bajo el conocidísimo Mirador de San Nicolás. Sin embargo las vistas que se pueden disfrutar desde este carmen en nada desmerecen a las del famosísimo mirador. En la actualidad, este carmen pertenece al Ayuntamiento de Granada y en él se ubicó la Casa - Museo del pintor, donde no sólo se exponen algunas de sus obras sino que se pude visitar su estudio privado.
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Carmen La Antequeruela Alta. Museo Falla |
El Carmen de la Antequeruela o del Ave María fue el escogido por el músico Manuel de Falla entre 1922 y 1939, cuando se exilió a Argentina. En él compuso numerosas obras y compartió no pocos ratos con otros artistas y amigos como Federico García Lorca, Isaac Albéniz, Pablo Picasso o Vázquez Díaz, de los que se puede disfrutar en esta misma vivienda de algunas de sus obras. Falla, que escribió numerosas misivas desde este Carmen, abandonó esta residencia y en ella sus pertenencias en el año 39, dejando tras de sí la impresión de que en cualquier momento aparecerá el compositor por esas habitaciones o la cocinita o que lo veremos pasear por alguno de sus jardínes. Actualmente en el carmen se ubica la casa-museo, gestionada por la Fundación Manuel de Falla y situado próximo al auditorio y la sede la misma fundación.
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Carmen de Rodríguez Acosta. Casa-museo del pintor |
Otro caso peculiar fue el carmen del pintor granadino Rodriguez Acosta, que decidió construir su propio conjunto en 1914, con un estilo bastante ecléctico y jardínes históricos inspirados en distintas culturas. Hoy se eleva en cinco terrazas, en parte rompiendo la armonía del paisaje al ubicar altas torres en parte de la vivienda y la biblioteca privada, que ofrecen unas vistas impresionantes. El carmen de Rodriguez Acosta, dirigido por la Fundación del mismo nombre, incluye un espacio museístico no sólo de su obra sino de numerosas y valiosísimas piezas que él mismo fue seleccionando en sus viajes. Este carmen resulta un tanto peculiar no sólo por su estética, sino por las dimensiones y extensión del mismo, superando en mucho el tamaño medio de cualquier otro carmen.
Los cármenes, tanto en su origen como en la actualidad, son un espectáculo para los sentidos, que a veces pasan desapercibidos al trasiego de los turistas en el Albaycín de Granada.
GALERÍA DE IMÁGENES:
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Carmen de la Victoria |
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Carmen de la Victoria |
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Entrada al Carmen de Rodríguez Acosta |
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Vista de una de las terrazas del Carmen de Rodríguez Acosta |
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Biblioteca del Carmen de Rodríguez Acosta |
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Carmen del pintor Rodríguez Acosta |
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Carmen de la Antequeruela Alta. Casa-museo de M.de Falla |
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Carmen de la Antequeruela Alta |
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Manuel de Falla en su habitación del Carmen |
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Habitación de Manuel de Falla en el Carmen |
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Habitación del Carmen de los Geranios. Casa-Museo Max Moreau |
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Interior de la vivienda en el Carmen de los Geranios. Casa Museo Max Moreau |
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Patio y fuente del Carmen de los Geranios. |
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