sábado, 14 de marzo de 2015

Una puerta que se abre

Cada día hago el mismo camino casi cronometrado, enseñando con entusiasmo, vocación y un cuidadoso estudio que nunca termina, las huellas de la historia de Córdoba. A ella los forasteros dedican adjetivos como bella, increible, preciosa y a muchos, tras un paseo de dos horas, les sorprende una ciudad en la que cuatro días de estancia no han sido suficientes. En esa rutina a veces dejo de observar lo que nos rodea y lo que nos rodea, nos aguarda paciente con los brazos abiertos, esperando a ser visto o más que visto, contemplado.

Y es que ocurre que de tan familiar que nos resulta algo se nos pierden sus peculiaridades, su belleza individual y sólo cuando nos detenemos a mirar con intensidad, nos pasa como cuando miramos un rostro familiar durante un rato, que descubrimos que no lo conocemos, que nos sorprende algo que pasó desapercibido y entonces lo vemos de otra manera.

Paisaje vertical urbano. Raquel Gómez Dueñas. 2009
Cruzando la calle Ambrosio de Morales desde la Plaza Séneca hacia el Templo Romano, me detengo un segundo a comentar las esculturas verticales que Raquel Gómez Dueñas realizó en 2009 en el solar junto a la antigua sede de la Real Academia de Córdoba. Este conjunto evoca imágenes de recuerdos infantiles, que muchos de los que hemos crecido aquí, ¡ya en el siglo pasado!, compartimos. Se ven golondrinas anunciando la llegada del verano en los atardeceres, los juegos de niños que después del colegio disfrutaban en las calles saltando a la comba, se ve un gato que pasea haciendo equilibrios en los tejados de las casas "viejas" (en el sentido más precioso de la palabra) y junto a una silla de enea, un zapato de tacón de los que cada año estrenábamos las niñas para la Feria de Mayo, a veces el terror para los oídos de nuestros padres. Y todo parece hilado en la maraña del tiempo. Mientras a mi espalda, casi siempre cerrada, la puerta de la Fundación Antonio Gala.

UNA PUERTA QUE SE ABRE EN LOS MUROS DEL CONVENTO
Vista a la calle desde el interior de la Fundación Antonio Gala.

Pero algunos días la puerta se abre y una se plantea si continuar con el paseo rutinario para no salirse del plan previsto ni alargar la visita, por la que te pagarán lo mismo si la haces en hora y media o en tres... y tomas una decisión rápida, guiada por la vocación docente, por la pasión por la historia y el arte, por el orgullo de contar con un recurso como el que se nos ofrece en ese instante y entonces... traspasas la pequeña puerta que conduce a lo que fue el patio del compás del antiguo Convento del Corpus Christi, hoy sede de la Fundación.

El convento perteneció a la orden de Santo Domingo y, fundado formalmente en la primera década del 1600 por fray Diego de Mardones, mantuvo entre sus muros hasta 1992 una comunidad de dominicas descalzas. Ellas acompañaron, desde su estricta clausura, los cambios y avatares del convento y de su entorno urbano. No fue ni el único ni el primer convento de dominicas en la ciudad, pero si el de reglas más rigurosas y el de comunidad más estable, unas 30 monjas hasta casi mediados del siglo XX. Finalmente, el convento cerró su clausura cuando las últimas 9 dominicas fueron reubicadas.

Patio del Compás y vista del Pórtico y acceso a la iglesia.
El núcleo originario del convento se instaló en la ermita medieval de San Benito, que dió durante tiempo nombre a la actual calle Ambrosio de Morales y a su cuesta. Este desnivel natural del terreno será el particular ejecutor del trazado del propio convento que, entre los siglos XVII y XVIII, amplía sus dependencias mediante la adquisición de inmuebles adyacentes.

Hoy es calle poco transitada pero hasta principios del siglo XX una de las zonas más bulliciosas de la ciudad. Numerosos palacetes de personajes potentados se ubicaron allí desde el siglo XVII, algunos aún bien conservados y otros, con menos suerte, abandonados a la carcoma del tiempo.
Cafés de tertulias, fondas, la Central de Correos o el Monte de Piedad (hoy sede vacía de la Real Academia de Córdoba), se distribuían en el entorno del convento. Incluso un primitivo Teatro de Comedias, con su propia historia de luces y sombras, tuvo su ubicación frente al Corpus Christi hasta el incendio ocurrido a finales del siglo XIX. Aquel primitivo teatro fue reconstruido y así siguen, mirándose cara a cara cada día como vecinos de la Historia.

Las intervenciones más antiguas del convento son del siglo XVII y pueden verse en el patio del compás, distribuidor de la portería, la sacristía y la portada de la iglesia. Pero este mismo compás nos muestra otra intervención posterior, un pórtico que secciona la entrada a la portería y dejó casi invisibles los relieves de la portada de la iglesia tras sus tres arcos. Se levantó a mediados del siglo XVIII con frescos que representan el escudo dominico y la Eucaristía flanqueada por dos ángeles.

Cuesta Luján. Siglo XVI
La planta del convento, muy irregular, se constituye en tres terrazas debido al propio terreno en desnivel en el que se edifica. Su entorno urbano suponía el tránsito desde el interior de la villa a la zona extramuros al Este de la misma, la Axarquia.
La muralla de origen romano que cerraba la zona estaba casi a la linde del convento y quedó abierta mediante un callejón escalonado desde abril de 1537 por orden del Corregidor Pérez Luján, comunicando ambos espacios desde entonces.

Hoy la iglesia, la sala capitular y parte de la sacristía conventual, suelen convertirse en zonas expositivas abiertas, mientras el claustro y las dependencias que éste distribuía: la casa de las novicias, los dormitorios y otros espacios de servicio del convento, quedan para la intimidad de la Fundación Antonio Gala, pues suponen áreas de trabajo y vivienda de los becados y del mismo escritor que se reservó un espacio íntimo en la zona alta del edificio.

SORPRESAS BAJO EL CONVENTO

Mosaico. Salón de Actos Fundación A. Gala
La milenaria ciudad de Córdoba reserva cientos de sorpresas bajo su subsuelo y durante las obras de acondicionamiento del convento para ser sede de la Fundación, aparecieron restos arqueológicos en consonancia con lo que cabía esperar de su ubicación.

Destaca parte de una calzada secundaria romana aproximadamente del siglo I d.C, coincidiendo con el cambio de Era y el momento de máximo esplendor y desarrollo urbanístico de la Colonia Patricia de Corduba. Esta calzada, a pesar de su carácter secundario, comunica un eje monumental relevante entre el Templo de la Calle Claudio Marcelo y el Teatro del siglo I, bajo el actual Museo Arqueológico.

Pero el convento aún mostraría otra sorpresa más, sobre la calzada, apareció un espacio doméstico con un interesante mosaico en una habitación, dedicado al dios Baco y fechado entre el siglo II y el III d.C. El mosaico se desarrolla en dos alfombras o zonas diferenciadas, la de mayor tamaño dedicada a Baco, mientras la más pequeña y peor conservada tiene decoración geométrica de estrellas de seis puntas.
El empeño de Antonio Gala hizo que el mosaico hoy pueda ser contemplado donde se ubicó la cabecera de la iglesia del convento, uno de esos espacios que habitualmente se abren al público como salón de actos de la Fundación.
La calzada y la domus quedaron abandonadas bruscamente al final del siglo III d.C, coincidiendo probablemente con un terremoto que, según los arqueólogos, provocó un gran incendio. En ese mismo momento se registra el fin de la actividad y del mantenimiento regular del vecino Teatro.

Exposición "Cartografías de la figura"en la antigua Sala Capitular.
EL RETIRO PARA LA CREACIÓN

Antonio Gala, ejerciendo de cordobés de corazón y de una suerte mecenas, logró en 2002 poner en marcha una idea que según su directora, Carmen Burgos, tuvo desde siempre influida por su propia experiencia vital y formativa. Gala consigue cada año, junto al patrocinio público y privado, facilitar hasta 18 becas para jóvenes creadores en distintas disciplinas, que trabajarán durante un año en sus proyectos artísticos. Tendrán la libertad y el espacio para desarrollarlos desde la reflexión íntima e individual, pero mediante la retroalimentación con los demás artistas en momentos comunes, generalmente en el recogimiento nocturno, dando al final un fruto rico en matices. Es lo que Antonio Gala llama Fecundación Cruzada y que ya han disfrutado 13 promociones.

Es un orgullo como cordobesa que Gala haya buscado y encontrado un espacio a la altura de su idea, ya consolidada, en Córdoba. La propia directora explica como tuvo ofrecimientos en otras provincias, pero él tuvo claro que debía ser aquí y en un espacio especialísimo para la meditación, el autoconocimiento y la puesta en común con otros. Y ese espacio lo encontró en el antiguo Convento del Corpus Christi.

Knossos. César Orrico, 2009. (Claustro Bajo)
En la visita que me ayudó a preparar esta entrada, pude recorrer su interior; caminar por los pasillos, el compás, la iglesia, el claustro y algunas de las estancias anejas a él. Hoy convertido todo en oasis de trabajo como la sala de escultura, la de música, la zona de recreo y las dependecias administrativas de la Fundación.
Después del encuentro con la directora, tuve la total libertad de permanecer en solitario y ensimismada en esos espacios mientras los fotografiaba, disfrutando de aquel silencio realmente inspirador.

La fundación estudia y planifica cada año un programa de trabajo y en las actividades que se desarrollarán estarán presentes las figuras de varios mentores, cada uno de una línea creativa, como el propio Antonio Gala.
La Fundación además, cede ciertos espacios regularmente para exposiciones, eventos y encuentros culturales. Algunas de las fotografías de esta entrada son de la pasada exposición "60 años de Arte Contemporáneo en Córdoba" que tuvo como sede, entre otras, la propia Fundación con la muestra Cartografías de la Figura.

Creo sin duda que siempre merece la pena traspasar "esas puertas" que nos rodean y que nos son a la vez tan ajenas para descubrir los secretos que encierran. Espero haber acercado algo más la historia de nuestra ciudad y de un edificio tan rico en vivencias como la actual sede de la Fundación Antonio Gala. 

Mi especial agradecimiento a la directora de la Fundación, Carmen Burgos, por facilitar nuestro encuentro y la charla enriquecedora que tuvimos; por abrirme espacios íntimos y de trabajo y por responder las preguntas que le hice.

También a Beñat Romera, artista expansivo y uno de los becados de 2015, que a pesar de su trajín aquel día y sin conocerme de nada, me ofreció amabilísimamente abrir su espacio de trabajo, pero que no quise interrumpir.

GALERÍA FOTOGRÁFICA
Detalle del Claustro. Fundación Antonio Gala, antiguo convento del Corpus Christi.
Al fondo "Albor VII"  de Juan Vicente Zafra, 2008. Muestra Cartografías de la Figura. Sala Fundación Antonio Gala.

"Sango" (Serie) de Hisae Yanase, 2009-2012. Muestra Cartografías de la Figura. Sala Fundación Antonio Gala

"Paisaje vertical urbano". Raquel Gomez, 2009

"Paisaje vertical urbano". Raquel Gomez, 2009

"Paisaje vertical urbano". Raquel Gomez, 2009
Claustro Bajo. Fundación Antonio Gala, antiguo convento del Corpus Christi.
Claustro Bajo. Fundación Antonio Gala, antiguo convento del Corpus Christi.



Patio del Compás y vista del escudo del Obispo Cristobal Lovera. Fundación Antonio Gala.

Detalle del Patio del Compás.

Vista del interior de la antigua Iglesia y Sala Capitular.

Placa fundacional de la Cuesta Luján. 24 de abril de 1537
 
BIBLIOGRAFÍA.
- Blazquez, J.M: Mosaicos Romanos de Córdoba, Jaén y Málaga. Corpus de Mosaicos de España. Fascículo III. Madrid, 1981.
-  Ramirez de Arellano, T.: Paseos por Córdoba ó sean apuntes para su historia. Córdoba, 1981.
-  Soriano Castro, P.J.: I. A. U. en el antiguo Convento del Corpus Christi (Futura Fundación Antonio Gala) de Córdoba. [http://helvia.uco.es/xmlui/handle/10396/3710]. (2003)
- Villar Movellán, A: El convento del Dominicas del Corpus Christi de Córdoba (1609-1992). Córdoba, 1997.