jueves, 28 de noviembre de 2013

300 kilómetros al Norte de Tebas, más de 3.000 años atrás... en la ciudad de Ajetaton....


Allí, en la ciudad conocida como el "Horizonte de Atón", abandonó repentinamente Tutmoses, "Escultor Supremo" y "Favorito de Atón" hace más de 3000 años, el busto más admirado de la historia del arte. Y realmente la admiración es merecida cuando uno se enfrenta cara a cara con ella.
El misterio del personaje, Nefer-Neferu-Aton Nefertiti, sus orígenes, su vida y su desaparición, parece envolver también la turbia historia del descubrimiento del busto.
En esta entrada nos ocuparemos sólo de la historia del busto de Nefertiti, no de la mujer, a la que hay que dedicar un espacio propio.

EL ENCUENTRO

6 de diciembre de 1912
El 6 de diciembre de 1912, el capaz Mohamed Ahmed, de la expedición de la Compañía Alemana del Oriente bajo la dirección de Ludwig Borchardt, descubrió bajo la arena de la casa-taller de Tutmose el busto de Nefertiti. Su estado de conservación era radicalmente distinto al de su esposo Amenhotep IV, el Faraón Akhenatón, que pareció saltar en mil pedazos. Algunos dicen que ambos cayeron desde sendas repisas de madera en momentos distintos. Akhenatón debió caer al poco de ser abandonada la ciudad de Ajetatón (hoy Tell el-Amarna), estrellándose directamente contra el suelo de la estancia, mientras que el de Nefertiti caería después, ya sobre la arena que acabaría cubriendo la ciudad. Otros dicen que el busto de Akhenatón fue destruido conscientemente, como lo fueron el resto de sus representaciones, castigando así su herejía, mientras que el de Nefertiti se salvó por sus hipotéticos tratos con los antiguos sacerdotes de Amón, tras la muerte de su esposo.
Akenatón. Atribuido a Tutmoses, ca. 1340 a.C
Sea como fuere, el busto no pasó desapercibido y se trazó un cuidadoso plan por parte de Borchardt para burlar el control establecido internacionalemente, mediante el cual ninguna pieza de valor encontrada en Egipto, podía salir sin la supervisión y consentimiento de las autoridades al cargo, por aquel tiempo francesas.
Borchardt, decidió describir oficialmente la obra como "pieza de escayola sin valor", meterla en una caja y remitirla en el inventario común, burlando las reglas establecidas para la supervisión. Sin embargo, en la correspondencia personal del arqueólogo, no disimulaba la fascinación que le producía el busto, declarando la inutilidad de las palabras para describirlo.
Manuscrito personal de Borchardt. (1912)
Resulta curioso como esa pieza de "escayola", aún pesando casi 20 kilos, pasó el control francés, sin ser revisada reglamentariamente, para acabar en manos alemanas. Allí permaneció oculta algo más de una década, mientras el resto de las piezas encontradas fueron expuestas en 1913. Sin duda, esta ocultación respondía a una medida cautelar por parte de Alemania.
Cuando por fin fue mostrada al público en 1924, las autoridades egipcias no tardaron en iniciar las reclamaciones del busto y en este punto continúa el pleito. Ya en la década de los años 30, Hitler daría una contestación rotunda: lo que estaba en Alemania pertenecía a los alemanes. Resulta paradógico, que la persona que logró la pieza que enamoró al Führer para el país germano... fuese precisamente judía.

Durante la II Guerra Mundial el busto permaneció oculto en unas minas de la región de Turingia, como otras muchas obras de arte, hasta que en 1945 fue rescatado por las tropas aliadas. Hoy podemos verla en su emplazamiento definitivo, el Neues Museum (Berlín) pues, en mi opinión, será difícil que aún tratándose de un apropiamiento más que discutible sea devuelta a sus legítimos propietarios.

"LA BELLEZA HA LLEGADO... PERFECTA ES LA HERMOSURA DE ATÓN"
Nefertiti. Atribuida a Tutmoses, ca. 1340 a.C

El busto de Nefertiti, datado alrededor del 1340 a.C, de 20 kilos y unos 50 cm de altura, ha sido muy estudiado. Se sabe, gracias a estudios tomográficos, que su "corazón" de piedra caliza mostraba un cuello más largo, unos hombros a desigual altura y unos rasgos más marcados, que fueron corregidos por la superposición de finísimas capas de estuco policromadas con los colores brillantes que hoy conserva. El ojo derecho combina la cera coloreada y el cuarzo para lograr su severa mirada. Sobre el vacío del ojo izquierdo, las teorías más aceptadas apuntan a que está inacabado o incluso que se ha perdido. En la corona, se marca el sitio que debió ocupar el "Uraeus", símbolo de la diosa Uadyet protectora de los faraones y que representa el poder, la divinidad y la realeza. La misma idea de divinidad y sabiduría refleja el color azul, (Irtyu), asociado con los dioses, con las aguas del Nilo y su fertilidad.
Esta corona, a falta de inscripción en el busto, sirvió para identificar a la reina. Además del parecido que se encontró con otras representaciones, la peculiar corona era la misma que vestía Nefertiti en los relieves en los que sí aparecía el cartucho con su nombre.

Es indiscutible, que esta imagen de Nefertiti, con su belleza inquietante y altiva, no sólo ha contribuido a mantener un mito... no sólo ha identificado a la reina, ni siquiera al corto periodo de Amarna, sino al mismo Egipto... al Antiguo y al actual.

Imagen del Uraeus
EL TALLER DE TUTMOSES

Previamente al descubrimiento del busto, la expedición patrocinada por J. Simon, ya había dado con la casa-estudio del artista favorito de la corte. Aunque la mayoría de las piezas encontradas en la casa, carecían de su firma, una pequeña pieza de marfil, dejaba claro su nombre y su cargo: "Favorito del Faraón y Maestro de Obras". La vivienda, sus dimensiones y su localización junto al barrio de los escultores, pero independiente a sus casas, ya nos hablan de que su inquilino sin duda gozaba de cierto rango. 

Akhenatón. Piedra Caliza
La gran cantidad de obras, muchas de ellas en pleno proceso creativo, reafirman la teoría de que la ciudad de Atón, fue abandonada repentinamente por la totalidad de sus habitantes poco después de que el Faraón Tutankamón subiera al poder. Las otras piezas encontradas: bustos, cabezas de princesas, máscaras o esculturas de cuerpo entero del Faraón y su reina en diferentes tamaños, estaban realizadas en materiales como granito de diversos colores, cuarcita, caliza o yeso. Sorprende su estilo, más "conservador" que el que se impuso en Amarna durante la XVIII Dinastía, que acabó por exagerar aspectos físicos convirtiendo a las figuras casi en caricaturas. No obstante, Tutmoses, mantenía el afán realista que imperó en Amarna y nos mostraba rostros y cuerpos marcados por la edad, en los que se abocetaban con pigmento las arrugas y líneas de expresión de la cara, para luego trabajarlas sobre la superficie. Es interesante encontrarnos esculturas en diferentes procesos de realización, pues nos han dejado "curiosear" el método de trabajo del artista... 3.000 años atrás.
Borchardt con la cabeza de una princesa. (1912)

Se piensa, que las figuras y esculturas de su taller, no eran sino los modelos para retratar posteriormente a la familia real y miembros de la corte en los coloridos relieves de los muros de Amarna. La mayoría de las piezas no estaban concebidas para ser expuestas en público, no al menos los bustos y las máscaras, pues era un sacrilegio, una mutilación, presentar la cabeza sin el resto del cuerpo. Pocos eran los que podía gozar de los modelos al natural, ese era un privilegio reservado a personajes como Tutmoses, los demás debían de servirse de piezas como las encontradas en su taller.
Sin duda, el título de "Maestro de Obras" indicaba que Tutmoses fue el encargado del programa iconográfico de la ciudad, con un claro fin propagandístico no sólo del reinado de Akhenatón y Nefertiti, sino de la nueva religión de Amarna.


sábado, 2 de noviembre de 2013

¿Halloween vs Todos los Santos?


No pensaba escribir nada sobre los orígenes de la festividad de Todos los Santos y el Día de los Fieles difuntos "versus" Halloween y la controversia que, en gran medida provocada por el desconocimiento, se genera en España anualmente. Pero decidí finalmente aportar un granito de arena para clarificar algunas cuestiones.

LA CULTURA ES UN SER VIVO Y EVOLUCIONA.

Habría que ser justos y para empezar por decir que la Cultura, sea de donde sea, es un "ser vivo" y como tal evoluciona, se influencia, cambia y a veces desaparecen prácticas. Si esto no fuera así, nosotros mismos, como sociedad no evolucionaríamos. En todas las civilizaciones desde que el Hombre es Hombre, ha existido la transmisión de conocimientos mediante las tradiciones. Eso que ahora se llama "globalización" no es un hecho nuevo, aunque sí que por motivos evidentes asociados a las nuevas tecnologías se produce de manera más rápida y directa que hace por ejemplo 30 años. Pero la globalización, es decir eso de homogeneizar o "perder" una indentidad autóctona por otra foránea y viceversa, ya se producía incluso en la Prehistoria, y en parte gracias a eso... hemos llegado hasta aquí.

Hace unos días leí un post en facebook de alguien y que reproduzco textualmente:  "Celebrar Jalogüin??? Cuando yo vea por la 5 avenida de Nueva York una Cruz de guía con sus tramos de nazarenos, sus mantillas, sus acólitos y su paso de palio....
Cuando yo ve en Los Ángeles una carreta de plata con su simpecao tirada por bueyes o cuando yo vea en Boston una calle adorná con farolillos y una caseta con rebujito... entonces celebraré jalogüin... Mientras tanto las fiestas americanas pa los americanos que nosotros somos Españoles y sobre to Andaluces!!"

El día de Difuntos. A. Bouguereau (1859)
Bueno, al margen de la impresión que personalmente me produzca el comentario, a mí me parecen obvias varias puntualizaciones. La fundamental es que para que se produzca la permeabilidad de tradiciones y culturas es necesario que se dé un componente inicial común. Esto es, que la tradición o cultura que "pierde", se "transforma" o "incorpora" parte o la totalidad de otra tradición foránea, tenga algo en común con ella: la fecha, la intencionalidad o incluso el elemento humano, como ocurre por ejemplo en los procesos migratorios. Este hecho se dió con la llegada de "Halloween" desde Irlanda a Estados Unidos. Se produce así una identificación previa que la población entiende y la permeabilidad está casi asegurada. Si no hay un elemento común, la transmisión o implantación de una tradición es más complicada. Por tanto, es menos probable que en la 5ª Avenida se vea una "Cruz de Guía" que en España los jóvenes se vistan de esqueletos la noche de 31 de octubre, porque aquí SÍ se celebraba la víspera del 31 de octubre.

Por otro lado, la tradición que "prevalezca", como en la vida misma, será la más fuerte, sobre todo en el caso de que llegase a desplazar completamente a la originaria. Esto no es lo que está ocurriendo con Hallowen, Todos los Santos y Fieles Difuntos, ya que por el momento, están coexistiendo. Debemos analizar si "nuestras" costumbres se pierden por "culpa" de otros... o si nosotros por diferentes motivos no las estamos cultivando y eso favorece su debilidad. Sigo repitiendo el mantra la "Cultura es un ser vivo". En otras ocasiones, las tradiciones autóctonas simplemente se prohiben o se imponen las nuevas por la fuerza, es el caso de los procesos históricos que tienen que ver sobre todo con los colonialismos o/y la imposición religiosa (sea esta la religión que sea).

Dicho esto, me gustaría simplemente esbozar, por motivos de extensión, los orígenes de una y de otra y exponer que hay más cercanías que lejanías, por no decir que es la misma cosa con distintos aspectos.


HALLOWEEN-TODOS LOS SANTOS Y FIELES DIFUNTOS

Lo que más apremia es aclarar la idea generalizada y a veces tratada de manera despectiva, de que Halloween es una tradición norteamericana. La realidad es que Halloween llegó a Estados Unidos por un movimiento migratorio masivo fundamentalmente en el siglo XIX, procedente de Irlada. Este país vivió unos años de verdadera necesidad a mediados del 1800, y forzó a miles de irlandeses a emigrar a diferentes paises, entre ellos Estados Unidos. Allí, la tradición, que veremos es de origen celta y tamizada por el cristianismo, se instauró y evolucionó. Pero no fue hasta prácticamente mediados del siglo XX cuando la costumbre fue asimilada por los estadounidenses. Obviamente, el "Halloween" norteamericano ya no es exactamente el mismo que el irlandés, pues en la asimilación se nutrió de sus propias connotaciones y cierta megalomanía estadounidense.

La palabra Halloween es la transformación final de la expresión "All Hallow's Eve" que signifca "Noche de Todas las Almas", lo que equivale a la Víspera de Todos los Santos. Por el momento, vemos que ambas son la misma cosa. También las dos provienen de la sustitución de los ritos paganos que existían relacionados con el cambio de estación y la cosecha, por los ritos religiosos que se iban imponiendo por la romanización primero y la cristianización después. 

Así por ejemplo Todos los Santos, se celebraba originalmente entre los cristianos en el mes de mayo. El Papa Bonifacio IV en el siglo VII consagró el Panteón Romano (que rendía culto a todos los dioses romanos) a Santa María Virgen y Todos los Mártires. Se empezó a conmemorar a nuestros difuntos y a rezar por sus almas, ya que hasta entonces sólo se hacía con los mártires y santos que estaban establecidos en el calendario. Pero no fué hasta el papado de Gregorio III, dos siglos después,  cuando la festividad se trasladó de mayo a octubre. El motivo era fundamentalmente práctico, hacer coincidir la celebración cristiana con la festividad pagana existente y que no acababan de erradicar: el Samhain, denominación de la fiesta entre los celtas romanizados de las islas Británicas o el Samaín si nos centramos en el territorio de España, sobre todo en la zona gallega, astur y colindantes.  Vemos pues como se busca y se provoca un elemento común, en este caso la fecha para modificar una tradición por otra.

Estas fiestas paganas, que en el resto de los territorios recibían otras denominaciones, celebraban el fin de la cosecha y eran el punto de inflexión entre el verano, relacionado culturalmente por el hombre con la luz, la creación, la Vida y el invierno, la oscuridad, la falta de vida, la Muerte. Este momento, según la creencia, favorecía que en la noche del 31 de octubre, hubiera una comunicación entre ambos mundos, permitiendo a las almas de los difuntos regresar junto a sus seres queridos. De ahí, que fuera común encender luminarias y velas, tradición que se ha mantenido en la celebración de las vísperas de Todos los Santos y de Halloween, para guiar a los buenos espíritus y alejar a los malos. Recordemos que tradicionalmente y también entre los católicos, el fuego está identificado con la purificación y la protección. 
Huesos de Santo. Dulce típico en España
En la tradición pagana del Samhain, las familias se reunían para comer y parte de los alimentos se ofrecían a los difuntos en señal de respeto. Esa costumbre ha pervivido en la festividad cristiana mediante los tradicionales postres de estas fechas y en la costumbre de consumir alimentos recogidos en otoño como castañas o batatas, tal como sucedía en las fiestas de recolección como el Magosto en la Península Ibérica.
Fue relativamente fácil por tanto, identificar que esa "puerta" que se abría entre dos mundos y que dejaba pasar a las almas en la tradición pagana, pudiera convertirse en una noche donde "reencontrarse" con los Fieles Difuntos en la tradición cristiana. Por eso, en España y en algunos paises lationoamericanos (que mezclaron las costumbres importadas por los colonos españoles y las propias indígenas), es común visitar los cementerios y las tumbas de los familiares entre el día 1 y el 2 de noviembre.

CONCLUSIONES:
Halloween no es una festividad propiamente estadounidense, sino irlandesa. 

Su origen es la celebración pagana Samhain, celebración que también existió en el norte de España y que simbolizaba el fin de un periodo (verano) y el inicio de otro (invierno), asimilado con el año nuevo celta.

Que la cristianización modificó su sentido pagano en religioso, convirtiéndose en un momento para recordar a los nuestros difuntos, de la misma manera que ocurre en España con Todos los Santos.

Farol de melón. Granada. Foto: IAPH
Que compartimos algunos de los elementos folclóricos: la posibilidad de esa noche contactar con el mundo espiritual más fácilmente, el reunirse y elaborar alimentos especiales, o los faroles y lucernarias hechas con melones (caso de España) y nabos o calabazas (caso anglosajón). Hay que decir, que esa tradición en España casi se ha perdido y no precisamente por la influencia de otras culturas, sino por dejadez. Recientemente está siendo recuperada en algunas localidades andaluzas y tal como indica el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (I.A.P.H) forma parte de nuestro patrimonio inmaterial.

Lo más importante, es ser consciente de que las tradiciones vienen y van y nos corresponde sólo a nosotros entenderlas, cuidar de ellas y asimilar que a veces, los cambios son inevitables e incluso necesarios según qué tradiciones tengamos delante. Sobre todo, considero que mantener una tradición no consiste en malinterpretar, tergiversar o demonizar a otras, aún más si no las entendemos, porque puede que estemos errando.

Existe numerosa información sobre estas tradiciones y sus orígenes tanto bibliográficas como virtuales en internet, por eso invito a que profundicemos en el conocimiento de ellas para no perder la perspectiva, sobre todo antes de juzgar o emitir comentarios cuanto menos que desvirtúan la realidad.