domingo, 31 de agosto de 2014

"Una nube, negra y terrible..." I


Pompeya, que pertenece a un conjunto arqueológico junto con Herculano y Torre Annunziata, es sin duda uno de los más atractivos yacimientos arqueológicos a nivel mundial. El motivo es su estado de conservación que paradógicamente se debe al causante de su destrucción... la erupción del volcán Vesubio.
Casi todos los libros y documentales sobre Pompeya y Herculano, cominezan relatando aquel fatídico día del 24 de agosto del año 79 d.C, fecha oficialmente aceptada por la mayoría, en el que el Vesubio despertó de su letargo centenario y acabó con la vida de las ciudades y villas de su entorno.
Pero nosotros empezaremos un viaje a la inversa, nos asomaremos a la Pompeya de hoy y andaremos de puntillas hacia su pasado, a aquel 24 de agosto cuando el Vesubio cumplió su amenaza.
He creido práctico dividir en dos entradas este tema y en esta primera comenzaremos ese viaje al pasado para llegar donde la memoria de la antigua Pompeya se quedó dormida.

EL GRAN PROYECTO DE POMPEYA

Desde que en el año 2010 saltara la alarma de derrumbes casi diarios en el yacimiento debidos a los temporales, al mal estado de conservación y a la afluencia masiva de visitantes (2,5 millones anuales) la UNESCO, decidió tomar cartas en el asunto. Cierto es que los derrumbes ya se venían produciendo, pero la noticia se hizo popular al caer parte de la famosa Escuela de Gladiadores y la Casa del Moralista.
Derrumbe en Pompeya. (Foto EFE)

La ciudad y la zona arqueológica (unas 122 hectáreas) son Patrimonio de la Humanidad desde 1997, por eso recibe financiación europea como cualquier bien material o inmaterial con este título. De ahí la obligación de tutelar y vigilar las intervenciones, proyectos y estado de conservación, haciendo las inspecciones, recomendaciones y sanciones oportunas en cada caso. Así, tras una inspección sobre el terreno en el invierno de 2010, la Unesco advirtió a las autoridades italianas que, de no corregir la dramática situación, se le podría retirar la mención de Patrimonio de la Humanidad y con ella las ayudas económicas que como tal recibe.
Pompeya y la zona se enfrentan, prácticamente 2000 años después de que el Vesubio terminara con su vida, a una amenaza casi más destructiva, la pérdida irreparable por falta de medidas óptimas de custodia.
Como resultado, un año después se estableció un acuerdo de colaboración entre la Unesco y el Gobierno italiano para establecer un plan de acción urgente y en 2012 se concluye un documento con el análisis de la situación y el plan de trabajo a llevar a cabo antes de diciembre de 2015, el GRAN PROYECTO DE POMPEYA. Éste cuenta con fondos nacionales y de la Unión Europea (105 millones de Euros) para reducir riesgos, consolidar y restaurar edificios, elementos decorativos y mejorar el sistema de vigilancia que evite los robos que se producen, incluso de murales completos.
Desde la puesta en marcha del proyecto, se ha intervenido entre otros espacios la Casa de las Paredes Rojas, la Casa del Efebo o la Palestra del Herculano, pero la labor pendiente es mucha y costosa debido a la superficie y espacios que la componen.

POMPEYA A NUESTROS OJOS

Vista de Pompeya y el Vesubio.
De los requisitos que hay que cumplir para ser "Patrimonio de la Humanidad", la Unesco reconoció en la zona arqueológica de Pompeya tres de los diez existentes (criterios: III, IV y V). En resumen se entiende que constituye un testimonio único de una civilización desaparecida que nos aporta una imagen directa de la vida y la cultura de entonces, en este caso del Imperio Romano.
Uno de los retos a los que se enfrenta la arqueología es precisamente la interpretación y la percepción que el visitante, sin formación específica, logre. El conocimiento no tiene sentido si no es universal y para todos.
La mayoría de las veces, incluso en yacimientos importantes, los niveles que nos llegan son de cimentación (arranque de edificios), por lo que supone un gran esfuerzo al visitante "imaginar" el aspecto orginal. Gracias al desarrollo de la informática, se facilita esta "comunicación con el pasado" mediante reproducciones 3D o realidad virtual... pero aún así, esas técnicas no son tan comunes y desde luego nada tienen que ver con la "palpación" de lo real, con pasear, ubicarse o percibir lo que otro ser humano sintió en un mismo espacio cientos o miles de años atrás.
"Pasos de peatones" en calle de Pompeya. Foto: Jesús Agredano

Por eso Pompeya es tan deslumbrante, porque eso no es un reto sino una realidad y prácticamente cualquier ser humano siente la curiosidad de contactar con el pasado y dejarse asombrar por la cercanía que entre ellos y nosotros existe.
Esta proximidad puede ser tanta que incluso nos veamos reflejados en esa sociedad... De Pompeya son popularmente famosos sus "graffitis" en las paredes, con mensajes de todo tipo escritos por niños o adultos por igual. Veremos también como ellos tenían sus ídolos de masas, sus anuncios y horarios comerciales, sus campañas electorales e incluso sistemas de ordenación del tráfico similares al nuestro que reconocemos enseguida en los "pasos de peatones" que cruzan las calles pompeyanas.

Pompeya se presentó ante nosotros como un "oasis del tiempo", aunque con  reservas, cuya popularidad y admiración generó incluso un color, el rojo pompeyano, y un estilo de decoración doméstica el "Estilo Pompeyano". La repercusión de aquella erupción, descrita por un testigo de excepción, Plinio "El Joven" en sus Cartas a Tácito, dió lugar en la actualidad a la denominación por  los vulcanólogos del término "Erupción Pliniana"  para aquellas especialmente violentas.

DESPERTANDO LA MEMORIA

Pompeya y Herculano se descubrieron, como casi todo, por casualidad con tan sólo 10 años de diferencia. Tras la erupción del volcán, las ciudades y villas fueron abandonadas, pero ya en el siglo XVI hay de nuevo comunidades asentadas en el entorno a la colina conocida popularmente como "La Cività" (La ciudad). En ocasiones la "memoria popular" mantiene latente información del pasado que creemos desconocer y posiblemente de ahí el nombre de la colina. La gente encontraba a veces objetos "antiguos" descontextualizados hasta que en 1713 obras relacionadas con un convento agustino dieron con un espacio mayor. Pero fue Carlos III quien impulsó las excavaciones que en 1738 descubrieron oficialmente Herculano y en 1748 Pompeya.

Brasero de Pompeya. Gabinete Secreto (Napolés)
Como es lógico, las primeras décadas de trabajo fueron más una búsqueda de "tesoros" sin un sistema científico de intervención y recogida de datos y algún expolio, hasta que la técnica arqueológica se fue depurando. Tanto es así que incluso el excesivo recato moralista de la época, confinó muchas piezas y murales "subidos de tono" al denominado "Gabinete Secreto".

Los numerosos elementos fálicos y escenas sexuales que hoy se miran con otra perspectiva, en aquel momento se reservaron a la vista del círculo del rey, evitando así el escándalo de los puritanos.
Sabemos hoy que la sociedad romana percibía con mayor naturalidad que en la actualidad el desnudo e incluso la sexualidad como parte de la vida, pero además muchos de esos elementos sexuales, especialmente los fálicos, se relacionan con la prosperidad, la fortuna, la fertilidad o la protección contra el mal de ojo.
En una ciudad como Pompeya, dedicada al cultivo y al comercio, las divinidades o elementos que favorecieran ricas cosechas estaban muy presentes. Tal vez no más que en otras ciudades del Imperio, pero el hecho del repentino fin de Pompeya y la "preservación" bajo material volcánico, si que pudo conservar en mayor número estas piezas, mientras en el resto de las ciudades, habitadas en siglos posteriores, fueron perdiéndolas hasta casi desaparecer o fueron mutiladas durante la Edad Media. ¿Te has preguntado alguna vez por qué muchas esculturas clásicas tienen amputado el pene? Ésta es la respuesta en algunas de las ocasiones.


NUEVAS PERSPECTIVAS: POMPEYA, CENTRO DE PEREGRINACIÓN
Plano de Pompeya. Sistema de división G. Fiorelli

Avanzando en la "recuperación" del yacimiento, hechos como el hallázgo de miles de restos humanos en posturas sorprendentes a la vez que desgarradoras, forzaron a mejorar las técnicas arqueológicas.
Desde mediados del siglo XIX la concienciación ante lo excepcional del yacimiento fue tal que se formuló una legislación para acabar con la venta "ilegal" de objetos a museos de todo el mundo o a coleccionistas privados.
El yacimiento se transformó en un centro de peregrinación para estudiantes, historiadores y científicos en general. Ser el Director de las excavaciones suponía un cargo jugoso, por el pasaron personajes como Alejandro Dumas (autor de Los Tres Mosqueteros).
Pero hubo una figura relevante en el rescate de Pompeya, Giuseppe Fiorelli. Éste estableció un sistema de división del yacimiento y una técnica basada en el vaciado que permitió sacar los moldes en yeso de los miles de restos de seres vivos (hombres o animales) que perecieron en la erupción y que se encontraban dentro de edificios, en las vías de salida de la ciudad, fuera de las murallas o agazapados en los muelles del Puerto de Herculano. Esto, al margen de la espectación curiosa y algo macabra que genera entre el común de los mortales, aporta mucha información antropológica y científica sobre la vida en la antigua Roma. La posibilidad de dar volúmen a los cuerpos, poner rostro e incluso vestimenta a los habitantes del siglo I d.C del Imperio Romano era extremadamente importante.

Bombarderos aliados y Vesubio en erupción. Marzo 1944
La protección se incrementó con los años pero las vicisitudes de Pompeya no terminaron con el Vesubio... En el año 1944, durante la II Guerra Mundial, sufrió daños por los bombardeos de los Aliados que creyeron que las tropas nazis se escondían en el interior de la ciudad milenaria. Ese mismo año el volcán volvió a despertar, pero esta vez la suerte corrió del lado de Pompeya y el viento, las condiciones climatológicas y el propio volcán, desviaron su furia en dirección opuesta... hacia San Sebastiano y Massa, cubriendo Nápoles de cenizas.
Durante el siglo XX el yacimiento generó nuevas espectativas para las ciudades del entorno. La nueva Cità di Pompei, fundada en 1873 por Bartolo Longo, se benefició por el incremento de estudiosos y curiosos que se acercan al yacimiento. Hoy, en pleno siglo XXI, Pompeya se enfrenta a nuevos desafíos y amenazas que pueden terminar definitivamente con el sueño en el que cayó la ciudad a la sombra del Vesubio aquel 24 de agosto del año 79.

GALERÍA DE IMÁGENES

 Casa de los Vetii (Pompeya)

 
Cubiculum (dormitorio). Villa Fannius Sinistor en Boscoreale

 Graffiti electoral de Via dell'Abbondanza

 
Método de moldes de yeso de G. Fiorelli

Excavaciones con moldes de yeso en Pompeya

Víctima del Vesubio al pie de una escalera

Graffiti caricaturesco "Rufus est"Villa de los Misterios

Ilustración del Vesubio. J. Scrope (s.XIX)

Último día de Pompeya. Karl Bruillov, 1828

Fresco del Lupanar, Pompeya. Gabinete Secreto (Museo Nápoles)

 Fresco del Lupanar, Pompeya (in situ). Foto: Jesús Agredano

Sátiro y cabra. Gabinete Secreto (Museo Nápoles)

Candiles fálicos. Gabinete Secreto (Museo Nápoles)


Nota: Ninguna de las fotografías me pertenece. Agradezco especialmente a Jesús Agredano Alonso la cesión de algunas de las publicadas en esta entrada.

2 comentarios:

  1. Impresionante trabajo!!!! A mi el tema me encanta, le verdad, pero pocas veces se encuentran artículos tan sólidos y tan amenos sobre ello. Enhorabuena!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias InmaRdM!, sólo trato de compartir la información, documentación y conocimientos sobre estos temas y aportar mis reflexiones sobre ellos. Además siempre pongo los links o enlaces que puedan ampliar esos conocimientos. Disfruto haciéndo esto y me alegra que la lectura se haga amena, así quedan ganas de más!. ¡Gracias de nuevo!

      Eliminar